Cada día hay mas hogares destruidos y la mayoría de ellos la principal causa es la infidelidad, cada día parece imposible mantenerse fiel.
Algunos de los factores que permiten mantener la exclusividad física y emocional con nuestra pareja, consisten en conocer nuestros puntos débiles y jamás pensar que somos incorruptibles.
Confiarse demasiado es el camino que conduce directamente a la infidelidad.
Para ser infiel poco se necesita. Algo de atracción y poco autodominio. El resto queda por cuenta de los involucrados.
Para ser infiel poco se necesita. Algo de atracción y poco autodominio. El resto queda por cuenta de los involucrados.
Así como le podemos ser infieles a nuestra pareja, también le podemos ser infieles a Dios. Jehová de los ejércitos quiere que solo le pertenezcamos a él. V 8 “Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía.”
La mayor cantidad de infidelidades comienza con personas muy cercanas, el ocio y el mucho compartir con ellos. V 26,49 “Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme, He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.” Solo el ser activos en la vida cristiana nos evita tener mucha amistad con el mundo. Santiago 4: 4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
El ser agradecido puede ayudarnos a mantenernos fieles. Nunca te olvides de donde te saco Dios. V 22 “Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los días de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre.”
Lo que tenemos es gracias a Dios. V 7 “Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se habían formado, y tu pelo había crecido; pero estabas desnuda y descubierta.”
En el mundo éramos inservibles. 15: 5 “He aquí que cuando estaba entera no servía para obra alguna; ¿cuánto menos después que el fuego la hubiere consumido, y fuere quemada? ¿Servirá más para obra alguna?”
Muchos nos despreciaban. 16: 4 “Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.”
No teníamos valor alguno. V 5 “No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.”
A Jesucristo no le importo nuestro estado y nos acogió. V 6 “Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!”
No solo nos lavo también como un esposo ejemplar el se encargo de nosotros. V 9-13 “Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite; 16:10 y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. 16:11 Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. 16:12 Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. 16:13 Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar.”
Hay mujeres que con el esposo lo tienen todo y la misma comodidad las hace infieles, no permitas que la bendición de Dios se te convierta en maldición. V 15 “Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.” Hay muchos cristianos que son fieles en el templo mientras esperan la bendición una vez que la consiguen se alejan, argumentando no tener tiempo para el Dios que les dio el buen trabajo que ahora disfrutan.
Tan solo el agradecimiento por lo que Dios ha hecho en nuestra vida debería ser suficiente razón para serle fiel.
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