Hay mucha gente que se siente orgullosa de servirle a una persona o a una empresa que según su juicio es muy grande o importante. Servir al presidente de la republica o a un alto mandatario para ellos seria lo máximo.
Una forma de expresar amor a Dios o a cualquier otra persona es a través del servicio. Dios da honra al que sirve y sigue a Jesús. Juan 12: 26 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.”
Nosotros los que servimos a Dios debemos saber que hacerlo es un gran privilegio, porque él no es cualquier persona es nada menos ni nada más que el rey de reyes, el dueño del oro y de la plata. Por eso el tener la oportunidad de servir en algún ministerio no es un juego.
No puedo dejarlo y tomarlo cada vez que yo quiera, como cuando nos cambiamos de camisa.
Si alguien que ya estaba sirviendo a Dios y por alguna razón se alejo no de la mejor manera sin la aprobación de él, tiene que vivir las consecuencias de lo que hizo. V 10 “Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad.”
Algunas de esas consecuencias son:
1. No podrá seguir sirviendo en el mismo cargo de prominencia. V 13 “No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las abominaciones que hicieron.”
2. Debe comenzar de nuevo luchando por su cargo. V 11 “Y servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para servirle.”
Las personas que quieran servir a Dios tienen que cumplir con algunas cosas tales como:
1. No ser alguien del mundo. V 6- 8 “Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel; 44:7 de traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre, y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones. 44:8 Pues no habéis guardado lo establecido acerca de mis cosas santas, sino que habéis puesto extranjeros como guardas de las ordenanzas en mi santuario.”
1.1. No ser un recién convertido. 1 Timoteo 3:6 “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.” Y además de eso debe cumplir con todo lo exigido en 1 Timoteo 3: 1- 13
2. Guiados por el espíritu santo. Hechos 6: 13 “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”
Dios es quien se encarga del sostenimiento de sus siervos. Ezequiel 44: 30 “Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se presente de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las primicias de todas vuestras masas, para que repose la bendición en vuestras casas.” Nadie puede atender a dos señores se dedica al trabajo secular o a la obra de Dios, por lo tanto el que se dedica al evangelio que viva del evangelio. 1 Corintios 9: 14 “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.”
Los simples lectores despistados de la biblia aseguran que pablo ejercía su ministerio y se mantenía haciendo carpas, pero eso es una mentira del diablo, ya que a pablo le daban salario los de macedonia 2 Corintios 11: 8-9 “He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros. 11:9 Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.”
Y cuando con lo de macedonia no era suficiente los de Filipo le enviaban para todo lo que pablo necesitaba. Filipenses 4: 15- 16 “Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 4:16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades.” por esta razón pablo no les recibía nada a los de Corinto ya que ellos al igual que muchos opositores del evangelio de hoy en día, tenían problemas de tacañería, y el darle alguna ofrenda a pablo les era gravoso.
Aquel que sirve a Dios por dinero, puede ser tentado a servir al diablo por un mejor salario
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