sábado, 17 de noviembre de 2012

Preparándonos para la gloria de Dios. Ezequiel 40-43.


Dios quiere manifestarse a nuestra vida, en la visión que tuvo Ezequiel la preparación del templo le llevo mucho tiempo para poderlo explicar se tomo del capítulo 40 al 43.
La cuestión no está en solo querer ser el templo de Dios, el secreto está en querernos preparar para llegar a ser templo de Dios. Un buen equipo no se conforma de gente que solo quiere ganar, total todos quieren ganar. El buen equipo es el que está conformado por personas que quieran prepararse para ganar.

Encontrar gente que quiere ganar es fácil, encontrar gente que quiere preparase para ganar es lo difícil.
El templo no solo sería una mole de piedra adornada de hermosos y costosos artículos. El templo seria:
1. Un lugar santo consagrado a Jehová. 43: 12 “Esta es la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta es la ley de la casa.
2. El lugar donde reposa la gloria de Dios. 43: 4-5 “Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba al oriente. 43:5 Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa.
3. El lugar donde Dios nos escucha. 1 Reyes 8: 33-39 “Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante de sus enemigos por haber pecado contra ti, y se volvieren a ti y confesaren tu nombre, y oraren y te rogaren y suplicaren en esta casa,  8:34 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres.  8:35 Si el cielo se cerrare y no lloviere, por haber ellos pecado contra ti, y te rogaren en este lugar y confesaren tu nombre, y se volvieren del pecado, cuando los afligieres,  8:36 tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.  8:37 Si en la tierra hubiere hambre, pestilencia, tizoncillo, añublo, langosta o pulgón; si sus enemigos los sitiaren en la tierra en donde habiten; cualquier plaga o enfermedad que sea; 
8:38 toda oración y toda súplica que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando cualquiera sintiere la plaga en su corazón, y extendiere sus manos a esta casa, 8:39 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres);
4. En el templo experimentamos la presencia de Dios. 1 Reyes 9: 2-3 “Jehová apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón. 9:3 Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tú ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.
5. En el templo podemos ver a Dios. Salmos 27: 4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
El templo físico no fue obra de la casualidad, fue preparado paso a paso para albergar la presencia de Dios.
La palabra dice que nosotros somos templo de Dios. 1 Corintios 3: 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” y Dios no habita en cualquier pocilga.
¿Cómo te estás preparando para Cristo habite en tu corazón?
El llegar a ser templo de Dios no es de la noche a la mañana, es todo un proceso. Efesios 2: 21 “en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
No te desanimes sigue adelante tú no estás solo, con la ayuda de nuestro señor Jesucristo y su espíritu santo lo puedes lograr.



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